jueves, 28 de agosto de 2014

Una búsqueda permanente de ese alguien.

Quizá de vez en cuando se necesite a alguien que te diga que todo va a estar bien.
Alguien que mantenga tu esperanza sin apagarse cuando comienza a decaer.
Alguien que se preste a ayudarte a cargar con el peso que llevas sobre los hombros.
Un ser que vuelva a encender esa luz que se apagó en tus ojos.
Una persona que, en medio de tantos escombros, sepa ver la belleza de tus ruinas.
Alguien que te vista de alegría y haga de tu vida una eterna primavera.

miércoles, 27 de agosto de 2014

Yo no sé cómo le hago yo.

' Si yo digo: Escribo porque me gusta hacerlo. Es importante. No puedes hacer algo que no te guste hacer porque caemos en una frustración. Pero, si yo digo: Escribo porque me cansé de ser tantos años el chico serio del salón. Quiero pensar que le da más significado y valor. Y así en todos los ámbitos, pienso, uno debe cuestionarse y viajar hacia sí mismo. Yo no sé cómo le hacen aquellos que caminan indiferentes hacia su ser, se desconocen, no saben a dónde van, ni porqué. Qué triste.'- Alberto B.

domingo, 24 de agosto de 2014

sábado, 23 de agosto de 2014

Jugando a enamorarme- Manuela Mejía.

Ya lo sé, eres tú el que siempre está cuando no soy la misma.
Estoy bien, estoy mal, sé que siempre sabrás por qué. Y contigo yo vuelvo a querer.

miércoles, 20 de agosto de 2014

No sé cuál será la forma en la que miras que duele.
Aún sigo buscando respuesta al misterio de tus ojos verdes.
Si es cierto lo que dicen de que son el espejo del alma, él debe tener el alma más bonita del mundo.

lunes, 18 de agosto de 2014

Si fuiste tú o si fui yo.

Ya no recuerdo si fuiste tú o si fui yo pero sé que la vida se volvió insípida, que los días no pasaban y el reloj no paraba. Tu latido martilleaba el recuerdo y mi orgullo estaba herido.

Sigo sin recordar si fuiste tú o fui yo, pero desde que nos dejamos pasar todo ha sido más difícil. No sé si fueron las canciones o los poetas. Tu mirada aún hacía vibrar mi alma y eso nadie lo recogía en alguna de esas frases sin sentido que hablan de amor.

Solo espero saber algún día si fuiste tú o fui yo, porque nos olvidamos y no es sinónimo de sanar.

viernes, 15 de agosto de 2014

'Yo solía pensar que era la persona más extraña en el mundo pero luego pensé:
      hay mucha gente en el mundo así, tiene que haber gente como yo que se sienta bizarra y dañada de la misma forma en que yo me siento. Me la imagino e imagino que ella también debe estar por ahí pensando en mí. Bueno, yo espero que si tú estás por ahí y leas esto sepas que, sí, es verdad, yo estoy aquí, soy tan extraña como tú. '  -Frida Kahlo.

jueves, 14 de agosto de 2014

Y, de repente, caes en ese verde que se hace pasar por el color de sus ojos. Sin embargo, sabes bien que es sólo el reflejo de su alma, un alma que transmite esperanza en todos los sentidos que necesites en tu vida.
Y cuando sonríe, entonces estás perdida. No hay nada más adictivo que verlo hacer eso.
El problema llega cuando aprendes a querer sus vicios y manías, cuando rozas su piel y logra acariciar tu alma. Ahí ya no hay vuelta atrás, te enamora con su afán de vivir, con su felicidad por los detalles, por poner su corazón hasta en lo más insignificante que realiza.
Por lo que sólo queda sumergirse en su mundo, en su voz, en su amor. Gritar, reír. Alimentar los sueños que hablan de él. Escribir versos con su nombre nada más empezar y  nada más terminar.

Lo más bonito de él, lo más puro, era el cielo.

Hace días que no oigo su risa
y hace noches que no le veo sonreír.
Pasa el tiempo y pasa la vida,
sigo sin recordar dónde fue la primera vez que le vi.

El susurro de su voz en ocasiones pasea por mis sueños,
aún me aferro a la ternura de su abrazo.
Mas otras veces parece que no lo siento,
que su recuerdo se resbala entre mis manos.

Nunca me atreví a hacer de sus vicios mis manías,
tampoco que sus manías se convirtieran en mis vicios.
Y así nos fue consumiendo la monotonía,
sin él no me consolaba ni el alcohol ni los libros.

Recuerdo que lo más bonito de él era el cielo,
ese paraíso que escondían sus ojos.
Hasta me preguntaba por qué adoraba su infierno,
el que dañaba a alguien más que a él sólo.