sábado, 27 de septiembre de 2014

Y si hubiera sabido que esa era la última noche que te iba a ver, habría cambiado todos mis planes sólo por oírte reír una vez más. Si alguien me hubiera dicho que esas eran tus últimas palabras hacia mí, te habría prestado mi voz para que hubieras seguido creando magia con tus labios. Si sólo hubiera tenido la oportunidad de saber que me ibas a dejar sola, te habría invitado a bailar bajo las estrellas para retenerte un poco más. Te habría prestado mi aliento, mis ganas y mis fuerzas solo para sentirte aquí nuevamente.
Y si solo lo hubiese sabido, ahora ya no estaría aquí con el remordimiento de quien pierde sin querer. No me habría quedado de brazos cruzados esperando por que el destino nos volviese a encontrar por pura casualidad. Mi cuerpo no seguiría inmóvil mientras tú cruzabas la calle por última vez ante mis ojos.
Si solo alguien me hubiera dicho que nunca más podría huir a tus ojos, me habría pasado la última noche refugiada en ellos. Si me hubiese percatado que tus brazos nunca más me iban a retener cuando hiciese frío y tuviese miedo ahí fuera, te hubiera sujetado unas horas más, una eternidad más.

El problema de todo esto es que nadie me avisó de que ibas a partir. Entonces aquí me encuentro, aún asimilando todo lo ocurrido. Asimilando que tu voz nunca más me podrá salvar de algún abismo. Nunca más. Nadie me avisó. Ocurrió. Y, no, ya no estás. Y lo digo con todo el dolor de quien ha perdido a alguien a quien quiso con todo el alma, a quien puso el corazón y las ganas de amar a alguien verdaderamente.

Me pierdo si me deja, me encuentro si me roza.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Te hablo.

'No te hablo para pedirte que vengas. Sabes que no rogaría algo ni aunque dependiese mi vida de ello.

Te hablo para saber qué tal estás. No, mejor.. te hablo para que sepas qué tal estoy. Te hablo porque es impredecible saber cuando volverás a hacerlo tú. Te hablo para oír tu voz y también para dejar de oír mis gritos.

Te hablo pero no acabo de saber para qué lo hago. Te hablo para olvidar y también para recordar la ausencia, te hablo porque te echo de menos y para convencerme de que no quiero verte más. Pero a pesar de todo eso, te hablo.

Te hablo porque te quiero, al menos como a un capricho. Como al capricho que hoy ya no duerme a mi lado y hace que olvide lo que es dormir por las noches.

Te hablo para que me des excusas, porque así por lo menos me sigues dando algo… y te hablo para decirte con voz rota y mucha rabia que podrá hacer tu vida un poco menos gris, pero nunca sabrá hacerte reír a cielo despejado.

Lo hago para hacerte llorar y hacerme sonreír. Para convencerte y convencerme de que serás un infeliz toda la vida, pero que eso no me hará más feliz a mí.'



jueves, 11 de septiembre de 2014

Microcuento.

'Y que cada vez que me pasa algo pienso que te lo estás perdiendo. Y que cada vez que se me pasa pienso que te estoy perdiendo.'

miércoles, 3 de septiembre de 2014