sábado, 13 de septiembre de 2014

Te hablo.

'No te hablo para pedirte que vengas. Sabes que no rogaría algo ni aunque dependiese mi vida de ello.

Te hablo para saber qué tal estás. No, mejor.. te hablo para que sepas qué tal estoy. Te hablo porque es impredecible saber cuando volverás a hacerlo tú. Te hablo para oír tu voz y también para dejar de oír mis gritos.

Te hablo pero no acabo de saber para qué lo hago. Te hablo para olvidar y también para recordar la ausencia, te hablo porque te echo de menos y para convencerme de que no quiero verte más. Pero a pesar de todo eso, te hablo.

Te hablo porque te quiero, al menos como a un capricho. Como al capricho que hoy ya no duerme a mi lado y hace que olvide lo que es dormir por las noches.

Te hablo para que me des excusas, porque así por lo menos me sigues dando algo… y te hablo para decirte con voz rota y mucha rabia que podrá hacer tu vida un poco menos gris, pero nunca sabrá hacerte reír a cielo despejado.

Lo hago para hacerte llorar y hacerme sonreír. Para convencerte y convencerme de que serás un infeliz toda la vida, pero que eso no me hará más feliz a mí.'



No hay comentarios:

Publicar un comentario