jueves, 8 de agosto de 2013

Pearl Harbor.

Tierra de libertad, hogar de valientes.

Nada hay más fuerte que el corazón de un voluntario.

Cada tarde contemplo la puesta de Sol y recojo la última pizca de calor del día para que mi corazón te la envíe.

Yo quería que tuviésemos un hogar y que envejeciéramos juntos, pero la vida no me preguntó qué quería. Ahora voy a darle a Danny todo mi corazón, pero no volveré a ver un atardecer sin pensar en ti, te voy a querer toda mi vida.

Los tiempos pusieron a prueba nuestras almas y fue una prueba que superamos.

Un enemigo hábil ataca donde más seguro crees estar.

No es que tengamos miedo, señor, es que podemos morir en el intento y queremos saber por qué.


Solemos pensar que somos invencibles y ahora nuestros mejores barcos han sido destruidos por un enemigo al que considerábamos inferior.
Caballeros, muchos de ustedes no me conocían cuando podía utilizar las piernas; yo era fuerte y orgulloso, y arrogante. Ahora me pregunto en cada instante de mi vida por qué Dios me puso en esta silla. Pero cuando llego a ver la derrota en los ojos de mis compatriotas, en sus ojos ahora mismo, empiezo a pensar que me dio una lección de humildad para momentos como este en los que necesitamos recordar quiénes somos, que no nos rendiremos, ni cederemos.

- Brillante, Almirante. 
- Un hombre brillante encontraría el modo de no hacer la guerra.

Él me enseñó a volar, y siempre supe que tuviera el problema que tuviera nunca estaría solo, él me acompañaría. Ahí arriba me animaba a ser el mejor y más rápido. Siempre intentaba protegerme. Pero, ¿sabes? Ahora me veo en el espejo con este uniforme y aún no sé quien soy, parezco un héroe, pero no lo siento. 

- Me ha asignado Doolitle para tener verdadero adiestramiento en combate. 
- ¿Pues sabes? Eso no es adiestramiento, es la guerra. Los perdedores mueren y no hay ganadores, solo quedan piltrafas humanas como mi padre. 
- Lo entiendo Danny, pero creo que tengo un deber que cumplir. 
- No me vengas con eso del deber, llevo el mismo uniforme que tú. Si hay problemas los afrontaré, pero ¿por qué buscarlos? 

Es tan hermosa que hasta causa dolor. 

Lo único que me da miedo es que puedas quererle a él más que a mí. 

- Creí que le habías dicho que no viniera.
 - Y lo hice. 
- Entonces ¿Por qué la buscas? 
- Es mi prueba, si le digo que no venga y se presenta, entonces sabré que me quiere.

"La victoria pertenece a las personas con fe."

No hay comentarios:

Publicar un comentario