sábado, 18 de mayo de 2013

MIL GRACIAS, CRN. SIEMPRE CON NOSOTROS Y NOSOTROS SIEMPRE CONTIGO.

Hola, Cándido. Supongo que me conoces, seguro que sí. 2 años y pico juntos en clase no se olvidan. Supongo que también has visto cada rostro hoy de persona en persona que se han enterado de toda esta pesadilla. Es duro, ¿lo sabes? Pero bueno, hoy no he venido a decirte cuán duros serán los segundos tras tu partida. Hoy he venido a recordar los grandes momentos, lo compartido. Recuerdo el primer día, presentaciones y más presentaciones, desde el primer momento aclaraste el hecho de que querías ser un apoyo en nuestra vida cuando fuera necesario. Quiero decirte que esa actitud llama mucho la atención en una persona y suele ser de personas con un corazón enorme. Aún así nosotros no sabíamos a ciencia cierta si eras una buena persona o no, aunque ya podíamos intuirlo. Pasaba el tiempo, y como todos sabrán y tú sabrás, llegaste a ser el profesor de los esquemas, que aunque al principio se nos hizo raro y quizá con el tiempo pesado a veces, fue un arma que nos regalaste en esta lucha en los estudios, un arma para llevar a la guerra construida a tu manera que nos enseñaste a usarla para tener más ventaja en nuestra batalla. Nunca te lo dijimos pero te agradecemos muchísimo tu afán por hacernos ver que las cosas eran más fáciles si nos lo proponíamos y ayudarnos en los estudios, haciendo de tu trabajo tu vida y dejándote cada día el alma para enseñarnos algo nuevo que nos hiciera falta en la vida alguna vez. Quiero también que sepas que cuando fue pasando el tiempo, cada una de las personitas que tuvo la oportunidad de conocerte un poco más se dio cuenta que eras una persona muy amable y una persona que siempre se preocupaba por el prójimo. No importaba quién, cuándo o por qué, tú siempre estuviste ahí sin pedir nada a cambio y eso te hacía aún más grande. Recuerdo que cada día nos enseñabas una palabra distinta que me hacía pensar en la frase de 'siempre se aprende algo antes de irte a dormir'. Contigo, todos los días eran así, totalmente. Todos los que te conocimos estamos inmensamente agradecidos por enseñarnos el lado positivo de esta cruel vida hasta en los peores momentos. ¿Sabes qué fue lo que más me sorprendió cuando te fui conociendo? Tu inteligencia. Eras de las personas más inteligentes que he conocido a lo largo de mi vida y sabías aprovechar esa inteligencia intentando transmitirla a la vez a nosotros. Pero aparte de todo eso, siempre fuiste alguien muy dedicado, siempre te gustó admirar hasta los más mínimos detalles y no todos tenemos esa virtud. Todavía te recuerdo en nuestra clase, en 1BC este año, poniendo en un tablón pequeñito un papel que debería ser de tutoría, al que tú te ofreciste a darnos incluso si eso significaba perder una hora o dos de tú temario, siempre con la idea de inculcarnos valores humanos, todos los grandes valores que tú poseías. Solo quería decirte que donde quiera que estés ahora mismo, no solo fuiste un profesor o un compañero de trabajo o un padre o un marido, fuiste un amigo para todos los presentes en tu vida. Te convertiste en una persona que nos dio su confianza y su mano para afrontar los obstáculos de la vida. Estoy segura de que mucha gente recordará tu entrada a sus vidas de manera diferente, pero por desgracia todos recordamos la partida de la misma manera. Aún así, todos sabemos que sigues aquí, brillando con luz propia, en nuestros corazones. Sigues inculcándonos valores y siendo nuestro gran apoyo. 
Cándido, yo no voy a decir 'hasta siempre' porque no creo en que lo sea, esto solo es un 'hasta pronto'. Nos vemos pronto. GRACIAS.

No hay comentarios:

Publicar un comentario