miércoles, 16 de mayo de 2012

No me preguntes por qué me he imaginado más de media a tu lado, o por qué aún no te he olvidado. No quieras sabes que sentía por ti, o cómo lo hice y aprendí, que no debo dar mi corazón a un idiota que no sabe valorar lo que tiene y pierde. No quieras seguir hurguiendo en la herida, no quieras dejarme más herida. Cierra la caja de los recuerdos, échale la llave y guárdala bien lejos. No la traigas, no la mires, ni siquiera la imagines o la admires. Deja que todo lo que llegué a sentir, todo lo que me permití descubrir, sea tan sólo un sueño que se esfumó, como tantos otros que llegaron y acabaron llendose dejando dolor. Deja de intentar que siga pensando que eres para mí, o deja de forjar el destino a base de no dejarme ir. Ya no tiene sentido, ya no quiere, ya se ha ido. Esto tan grande que sentía, y que a fin de cuentas, dolía. Y no poco.

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