Soy de esas personas que se pierden entre versos y palabras cualquier noche de septiembre, de las que cantan en la ducha hasta que se quedan sin voz y creen que cada vez lo hacen peor, de las que duermen para soñar más que para descansar y sueñan más despiertas que dormidas, de las que tararean a todas horas y la música se adueña de ella y un montón de cosas más que están de más; sin embargo, no está de más que fui una de las tantas que navegaron en tu mirada sin poder probar el sabor de tus labios siquiera. De esas que con una sonrisa cayó en tu colección de tus enamoradas anónimas y de las que a día de hoy no tuvieron coraje para gritarlo. De las mismas que esperaban que con un abrazo las salvaras y el rumbo cambiara a bien a pesar de la tormenta. Es por eso que hoy mi pregunta es cómo anestesiar el corazón. Cómo respirar esta ausencia de ti y cómo masticar este amor no correspondido. Cómo mantener el corazón sin quebrar y una sonrisa sin tristeza.
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