jueves, 3 de enero de 2013

rbd

'Los padres no son perfectos. Se quedaron en el tiempo y pretenden saber qué es lo mejor para nosotros. Sino entienden ni cómo hablamos, ¿cómo van a entender lo que nos pasa? Alguien debería explicarles que tienen que enseñarnos a reír y no reír por nosotros, que necesitamos tanto la libertad como los límites... Pero bueno, también es cierto que nadie les enseña a ser padres, que hacen lo que pueden y que tienen su propia historia. Y nos guste o no, son la forma más incondicional del amor que conocemos. No, los padres no son perfectos, pero tampoco son los únicos culpables de lo que nos pasa. A lo mejor crecer es aceptarlo y darnos cuenta que ser felices o desgraciados no depende de ellos, sino de nosotros mismos.'

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