miércoles, 12 de diciembre de 2012

'-Tú, ¿por qué no me has devuelto las llamadas? +No tenía nada que decir. -Pues yo sí.'

-Tenía que decir mucho más de lo que creía. Quería que supieras que perderte de una forma tonta ha sido lo peor que me ha podido pasar. Que no podía imaginar un segundo más sin que me mandaras un mensaje diciendo que me echabas de menos o buenas noches o cualquier cosa estúpida que me ayudara a salir de este abismo. Fuiste quien le dio un poco de vida a mi mundo, fuiste quien curó mis heridas con sus propias manos, ¿crees que eso se olvida? ¿Crees que ha sido fácil todo este tiempo sin ti? ¿Creyendo que no volverías? ¿Fingiendo que no dolía?
+Yo..
-No hace falta que te justifiques, lo hiciste y no pensaste el dolor que me correspondía. No viste más allá de ti y de ti. Nada más existía, ¿o si? Dime, ¿alguna vez cogiste el teléfono y fuiste directamente a mi número? ¿Alguna vez dejaste un mensaje a medias y no me respondiste por miedo a la respuesta o el rechazo? ¿Acaso lloraste noche tras noche pensando que no volvería? ¿Creíste que dolía tanto el corazón que hasta arrancarlo dolería menos? ¿No? Yo sí. Viví un infierno desde el día que desapareciste porque sí, ese día que decidiste no dejar una sola señal de ti. Y desde ese día viví asustada pensando que estaba soñando una pesadilla y que jamás despertaría de aquel mal sueño que tuve por meses. Y tú estarías por ahí, normal, como siempre. Pero seguro que jamás pensaste lo rota que podías haberme dejado. Pero bueno, supongo que a ti eso nunca te importó.

No hay comentarios:

Publicar un comentario