martes, 3 de julio de 2012

Las personas falsas son así.

Las personas falsas son así, mienten más que hablan. Pero créeme, me gustaría poder decirte, 'pues te quiere y no poco'. Pero no lo sé, ni dejo de saberlo. Tal vez debas perdonar, perdonarte y sí, pasar página. Aún estás a tiempo, todo duele pero recuerda que nada perdura. Lo mismo que este mensaje es tan sólo un tocho de palabras de las que vas a acabar pasando, te escribo esto porque sé que escribiendo es como mejor me siento. Hablando de lo que veo, de lo que me gustaría que fuera, y de lo que quiero que sea. Y hablo de un futuro en el que dejes de sonreír por él y sólo para él y te des cuenta de que no lo necesitas, que tu sonrisa y tus ganas de vivir no depende de él. Por mucho que lo creas, sólo son cosas de tu cerebro. He aprendido algo y es que el corazón es una máquina que solo sirve para bombear la sangre, el corazón, eso que dicen que siente, es mentira. Ese órgano no siente nada por nadie. Todo es producto de nuestro cerebro. Y sí, estoy segura. Es algo que no me cabe la menor duda. Llamamos corazón a algo que no conocemos, le ponemos esa etiqueta y nos imaginamos el típico dibujo colorado que todos los niños de pequeños dibujan. Pero no, el único que nos hace pensar, creer, sentir, querer, odiar, ver, desear, necesitar, todo eso lo hace un órgano llamado cerebro. Se encarga de jodernos la vida y bien en muchas ocasiones. Pero es lo que hay, así estamos, jodidos hasta las trancas.

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