Con el paso del tiempo aprendes,

Que las despedidas no les gustan a nadie y que en la mayoría de los casos duelen. Que las sonrisas no se fuerzan, salen porque sí, cuando menos lo esperas y en muchas ocaciones, cuando más lo necesitas. Que difícilmente encontrarás a ese chico de película que te lleve en su moto, con su chupa de cuero, que te quiera, que te ponga la piel de gallina cada vez que te roce y que te sorprenda siempre que pueda. Que si algo te duele es porque te importa, y tal vez demasiado. Que tenemos que mirar por nosotros y dejad de hacerlo tanto por los otros. Que donde hubo cenizas, queda fuego, pero que el viento también se lleva todo eso, al igual que las palabras. Que somos tan duros que no les decimos a esas personas que nos rodean cuánto las queremos, hasta que un día, dejen de estar a nuestro lado y nos arrepintamos. Que nada mejor que levantarse con una sonrisa y un 'buenos días princesa', y por supuesto, a su lado. Que hablan de las maravillas de este planeta, cuando no han visto su sonrisa. Que estás bien jodida cuando ni la música te ayuda a desconectar. Que para olvidar, solo necesitas a tus amigos, que digan 4 tonterías y te hagan reír. Que no es más grande quien más ocupa, sino aquel que más vacío deja cuando se marcha. Que las heridas con el tiempo cicatrizan, pero ojo, solo cicatrizan, no desaparecen. Que nunca vas a dejar de sentir algo por muy pequeño que sea por alguien por el que sentiste algo muy grande. Que llorar no arregla nada, pero alivia el dolor. Que todo llega, todos algún día partiremos de este mundo. Y que, sin sonrisas de por medio, este mundo no es nada.