Hoy más que nunca me duele. Hoy cuando veo que ella ya le tiene.
Atrapado, enamorado. Cuando un estúpido número marcan su para siempre. Ahora
que esto aún está en caliente. La sensación de decepción no va a desaparecer.
Aunque nunca es tarde para retroceder. Quién sabe lo que quiero, quién sabe lo
que deseo. Ni él, ni yo, ni ella. Ni sóla, ni acompañada, ni sin él, ni sin
nadie. Que el daño perdura, y él no se esfuma. No sabeis cuánto duele verle
cada día y tener fingir que esto no me importa con una sonrisa. No entiendeis
cómo duele no poder ni saludarle, no poder ni mirarle. Es verdad, la
indiferencia es la mejor venganza, de esas que se sirven en plato frío,
esperando la recompensa. Creyendo que algún día todo cambiará y él volverá.
Noches de insomnio, noches de llanto. Corazón destrozado, un amor pisoteado.
Mil ilusiones que no sirven de nada, una herida que no se curará mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario