Y que toda tu risa le gane ese pulso al dolor.

Tened en cuenta que algún día tendremos que romper ese dolor y dejarle espacio a la felicidad en nuestra vida. El dolor no beneficia a nadie, nosotros no estamos hechos para ser infelices. Necesitamos amor, y sentirnos plenos para poder sobrevivir en este mundo. Vamos a contracorriente, creyendo que somos los únicos que sufrimos, que tenemos problemas. ¡PARAD! Mirad a vuestro alrededor, también sois capaz de ver que tenéis a personas increíbles que os quieren y que sólo quieren veros con una sonrisa. También podéis ser conscientes de que nada importa si tienes lo que necesitas, dejemos los caprichos a un lado, por favor. Seamos maduros, sepamos aprovechar las oportunidades, aprendamos a SONREÍR, AHORA Y SIEMPRE.