sábado, 12 de mayo de 2012

No se puede cambiar a la gente, ¿sabes?

Sólo podemos mostrarles un camino y luego hacer que tengan ganas de seguirlo. Enseñarles que a base de dolor un día conseguiremos esa paz y felicidad que tanto anhelan. Que nada puede con nosotros si no queremos, y que no hay que rendirse ante un conflicto que la vida nos interponga. Que no hay nada mejor que una sonrisa al despertar, y en todo momento. Que la felicidad es contagiosa, que el tiempo pone a todo el mundo en su lugar, que nadie es dueño de los demás corazones y que por mucho que duela, nada es para siempre. Que si quieren, pueden y si no quieren, ya tendrán alguna excusa. Y si alguna vez se rinden, si dejan de ver que entre el blanco y el negro hay una gran escala de colores, entonces demostrémosles que podemos seguir, sin prisa pero sin pausa. Todos podemos contra esta vida, así que no nos dejemos nunca vencer por ella.

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