lunes, 6 de febrero de 2012

Rebusca en el pasado, encuentra todas esas melodías que se fueron olvidando con el tiempo, reguardate del frío de los inviernos pasados con un poco de sol de los veranos, repite tus risas como si de una canción se tratara, y no le temas a los momentos que te hicieron llorar, revívelos hasta estremecerse todo tu cuerpo. Y entonces, llega a las sonrisas, a las miradas cómplices, a esas palabras que te hicieron ser feliz por segundos, a los abrazos que necesitabas y a los que no, a las personas que entraron en tu vida quedándose y a las que tarde o temprano acabaron lléndose. Date una tregua, déjate llevar por el pasado, llora o ríe, siente el sabor de primer beso, esas mariposas la primera vez que experimentaste el amor, recuerda a esa persona a la cuál adorabas con tu vida, nombra a los que se fueron pero siguen en tu corazón, anímate con cada instante que has estado viviendo, porque nadie puede recuperar esos segundos de vida que fueron únicos e irremplazables. ¿Cuántas veces habremos querido escapar de la realidad? Millones, billones, trillones de veces.. Pero date cuenta, todo ese pasado es el que te ha llevado a ser lo que eres hoy, o lo que fuiste, ¿quién sabe? Es más fácil dejar de luchar cuando todo nuestro mundo se cae encima y nos pesa, pero también es de cobardes. Pero ver a alguien sonreír cuando está sosteniendo un mundo que le viene grande, es algo tan admirable, que ni yo misma podré comprender lo duro y doloroso que tiene que ser, la dignidad que está ganándose, el saber que es fuerte y nada podrá arrebatarle la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario