domingo, 29 de enero de 2012

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Una vez sacado de tu mente empiezas a ver la realidad de todo. Yo siempre he pensado que cuando odias a alguien has tenido que quererlo antes, pues a alguien desconocido no lo odias así porque sí. También podríamos decir que lo que no te mata te hace más fuerte, que hay amores que matan y amores que dan vida, que aquel que parece más fuerte es el que tiene muchos problemas encima, que él es la mentira más falsa que puedes echarte a la cara, que todo el mundo tiene dos caras, que cuando sonríes falsamente solo los verdaderos amigos lo saben, que si te duele aprietas los dientes y sonríes, que nadie es perfecto y tal vez él sea lo más cercano a ello, que deberíamos poder tener algún que otro corazón de repuesto por si el nuestro se rompe, que con un simple "te quiero" no se demuestra que amas a una persona y que no se madura por los años si no por los daños. Y cuando todo esto te sirva de lección para no creer en unas cuantas palabras y estúpidas sonrisas, tal vez la cabeza le gane la batalla a tu corazón.

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